domingo, 21 de marzo de 2010

SECRETOS DEL CÓMIC (1)

EL SEÑOR QUE VIGILA PUERTAS Y VENTANAS

Son muchos los que por la calle me paran para preguntarme “¿cómo se hace un guión?”, “¿cómo funciona el mundo del cómic?” o “ ¿podría dedicarme a esto a pesar de mi lesión de rodilla?”

Para todos ellos, para vosotros, me he decidido a explicar algunos de los entresijos del mundo del cómic. No lo hago solo por altruismo, para conseguir que todo el mundo sea capaz de escribir guiones de cómic y hacerse millonario, no, espero evitar las colas que se producen cuando una señora se acerca y me pregunta la diferencia entre un guión técnico y un guión metafórico. Hay gente muy educada que espera a que no haya gente para preguntar o esperan a que hayas acabado para poder retirarse a un rincón y permitir que los otros sigan con sus compras pero otros no pueden esperar, no pueden vivir un minuto más sin preguntarte que pasa cuando superas el límite de 2 usos de puntos suspensivos por pagina de guión. En el fondo los entiendo.

Comenzaré con algo sencillo, no es cuestión de comenzar a explicar porque es necesario y básico estudiar física cuántica y filología eslovena para poder escribir cómics, hay que comenzar despacio, poco a poco, con simples conceptos para que cualquiera, en tan solo 10 o 12 años pueda comenzar a escribir o dibujar sus primeros cómics.

Hoy hablaré de una figura, un trabajo en el mundo del cómic que a menudo pasa desapercibida pero que es de una importancia vital para que los comics lleguen a las casas de millones y millones de lectores. El señor que vigila puertas y ventanas. ¿No os pone nervioso cuando veis como un personaje entra en una casa y no cierra la puerta? Y da igual que entre en la casa a cometer un crimen, a mantener una importante conversación o a descubrir como su mujer le pone los cuernos con su mejor amigo… Deja la puerta abierta para que cualquiera pueda escuchar o incluso, los más osados, puedan asomarse y observar la escena con comodidad. De eso se encarga el señor que vigila puertas y ventanas, él siempre está ahí, fuera de plano, muy cerca de lo que está pasando, atento a como se desarrolla la acción para, cuando nadie puede verle, cerrar cualquier puerta o ventana que se haya quedado abierta.

Así que no os preocupéis, nunca se queda ninguna puerta abierta, él se encarga de ello, no entrará la corriente, ni nadie escuchará conversaciones ajenas o presenciará crímenes horribles. Un señor se encarga de ello. Por supuesto, esta profesión también existe en televisión o en el cine pero cobrando mucho menos, claro. Los mejores trabajan en el cómic.

Y gracias a gente como esta, millones de lectores pueden respirar tranquilos mientras disfrutan de sus cómics preferidos.